A veces, ante la exasperación, la impotencia, uno, en lugar de centrarse y dejar que el estado pasajero coja otro tren, piensa en hacer cosas, juegos, para cambiar ese sin sentido, con una tontería, algo de lo cual, seguramente, habrá posterior arrepentimiento, pero; que mantiene ocupada la cabeza, configurándose como una salida posible al hastío, un placer corto, intenso, estúpido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario