Con las letras al revés, estamos en una suerte de acampada, como un barco amarrado que ha sorteado la tormenta, con varias astillas punzantes indicativas de las heridas del combate. Deséenme suerte como lo hice a las barcas arrimadas. Soy una barca malherida que aprenderá de los vientos y las mecidas imponderadas por ella misma.
Ves nubes y te emocionas. Cómo será ésta vez, sobreviviré o me absorberá un remolino. Estoy algo varada pero me recompondré. Gracias fieles compañeros y ayudantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario