Así lo hemos hecho. Pactando el fin, de un amor que hace más daño que enriquecer, que subió a un abismo y por ello ha de bajar a otro para poder finalizarse. Llevo meses luchando, con rabia y tristeza, y alguna vez ya la tan ansiada tranquilidad. Sólo debo pensar en mí, mi vida, familia, amigos, trabajo, y ocupar las horas en el trayecto del olvido.
Prohibido hacerme más daño.
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