Echo de menos llamarte, alguien que me entienda, tus abrazos y tu cara bonita cuando me asomaba por la puerta.
Comprenderás que cuando trabajo tantos días seguidos, luego sólo me quedan ganas de huir y evadirme... no puedo meterme en tu caja de cerillas, a pesar de estar tranquila cuando estoy en ella. Nuestro amor se evapora, se lo lleva el aire, el tiempo, congelará en invierno, cuando nos sintamos sólos, y no habrá jamás perdón para nuestros errores.
Cuanto te quise, y hasta donde me lié. Un día espero estar segura de que jamás existirá esa fuerza que me atrajo a tí.
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