No sé porque tengo costumbre de echarte culpa de cosas. Es una dualidad. Hay cosas que has hecho por mí y por las que tengo que estarte muy agradecida. Hay algo en tu persona, no sé si es por envidia, si es por no ver reacciones emocionales en tí, que me hace cabrear, quizás para poder ver algo. Te he hecho enfadar, yo he querido evitar males conocidos sin haber sucedido… no sé si la solución es dejarlo, no sé si existe ya otra opción, si alguno conviene al otro. Cuando estoy contigo el mundo se para, y luego todo va al ralentí esperando una nueva y breve vida contigo. No sé cómo hacerlo.
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