Va siendo hora de madurar y quererme de verdad, sin fisuras, apartando todo lo que me perjudica. Ima tú me salvarás de nuevo, mi ángel mi corazón el ser que más amor sin condiciones me ha dado. Tú estás mal, y a él no le ha importado dejarte sola con la pena, signo inequívoco de un egoísmo y mal querer que llevo tiempo tratando de relativizar, como si no lo hubiera visto desde el principio. Recuerdo nuestros principios tan extremadamente bellos y nocivos, y como sabía lo que costaría salir a flote.
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