Levanto con tristeza nauseabunda, que no sé cómo quitarme de encima. Tengo un dolor fuerte de que esto haya ido desarrollándose así, como ya sabía, como no quería.
No puedo luchar contra mis ideas ni tus costumbres malogradas. Caer en tu pozo es un precio demasiado alto, demasiados intercambios víricos para cuatro días de placer, pero esos cuatro días, me daban la vida, o eso creo. Quizá no fuese para tanto ese estar juntos, más que por la extinción del echar de menos y ese aparente aceptar tuyo tranquilo de las cosas cuando en realidad nadie sabe que piensas, igual estabas pensando que soy idiota, a juzgar por lecturas hechas de manera ilícita de tus realidades escondidas.
Traición, una tras otra, fallos, dejadez, desidia. No tengo la culpa. Sólo quería estar contigo cuando no se puede, no esperar más cuando estabas cerca. Enfadarme y volverme a enfadar porque ahondas en mis heridas, las que tengo cuando alguien hace como que me quiere y de repente su prioridad es otra. NO he sabido y no he podido llevar tanta complejidad. Dos mundos, uno de luz que la dan tus niños y otra de sombra que la traes tú dejándote llevar hacia la destrucción.
Supongo que esto será lento y pasaré días muy duros. Veranos rotos.
👏👏👏👏👏Pues eso.
ResponderEliminarMuy bueno.
Gracias 🙏🏼
Eliminar