jueves, 15 de septiembre de 2011

Realidad futura mental vs Excusas.

Sí; respira, como dice un amigo.
Pero está tan dispuesto a estar conmigo, que me hace feliz compartir mi tiempo con él, sabiendo que él lo es, y me molesta cuando emplea su fuerza de voluntad y decide por mí, que nos mantengamos distanciados por unas horas.
Me siento bien en su casa, un poco perdida a veces, pues me agobia el pensar que no estoy haciendo las cosas de una forma que me beneficie a largo plazo (como me autoimpongo sin cumplirlo), y busco excusas, tanto para moverme, como para permanecer, aquí, en su lugar de residencia.
Me pregunto que tengo que hacer allí, en mi piso, y, por el contrario, me reafirmo en lo que sí quiero hacer aquí, donde estoy, en el suyo. La dualidad se apodera de mí.
Cambiando de tema, esta tarde, tuve un asomo del miedo a que las cosas, finalmente, volvieran a ser como antes, pero saqué fuerzas, y expuse claramente lo que por mi mente acuciaba, no antes de que él, como no, se diera cuenta e interrogara.
Somos dos personas dominantes, nos gusta llevar la razón, y, a veces, bajamos la guardia y nos expresamos hiriendo la sensibilidad de la otra persona, no obstante... mientras sea sin querer, y lo podamos hablar... solucionar, supongo que no hay porque preocuparse, así que, por un rato, seguiré aquí, en el piso de las excusas.

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