jueves, 7 de febrero de 2013

Un camino, un corazón

Vivir la realidad en un corazón de piedra. Aprendiendo a caminar recto.
Una fantasía, tan atractiva, como la libertad, pero los lazos aprietan, y son serenos, elegidos, divinos, únicos; por fin.
Un corazón de piedra expandido en añicos... oleaje de ultramar... y una pared; que aparece siempre, cuando se divide el camino, cuando piso el agua... hasta brotar en mí con burbujas abrasantes.
Vivir y aprender, sorteando el mundo imaginario, pegando esos pedazos que el mar trató de llevarse;  y construir con bloques recios cohesionados; a eso aspiro.

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