Ropa

Recogiendo la ropa. Alguna huele a mentolado, y no sé la razón. Recuerdo que las telas en tu casa solían teñirse de tabaco, y ahora, recogiéndola, huele a limpio o a mentolado. Quizá la lavaste estos últimos días, y sólamente recogió un buen aroma. El aroma de lo bueno que nos rodeó, del amor y el juego, de la amistad y el compromiso, de la unión. Gracias por ir metiendo las cosas en bolsas. Tuvo que ser duro, para mí lo hubiera sido, muchísimo, y sé que tú no lo muestras o no lo sientes, pero la realidad es la que es, somos humanos.
Espero de verdad ser fuerte y a partir de aquí no seguir intentando contactar contigo, sé que te duele, sé que me odias, que hay razones y que yo también las tengo. Sé que nunca funcionará, y que este vínculo es muy difícil de romper.
Quiero que sean mis últimas lágrimas, echaré de menos tu olor, nuestra vida.

Fuerza

Echo de menos llamarte, alguien que me entienda, tus abrazos y tu cara bonita cuando me asomaba por la puerta.
Comprenderás que cuando trabajo tantos días seguidos, luego sólo me quedan ganas de huir y evadirme... no puedo meterme en tu caja de cerillas, a pesar de estar tranquila cuando estoy en ella. Nuestro amor se evapora, se lo lleva el aire, el tiempo, congelará en invierno, cuando nos sintamos sólos, y no habrá jamás perdón para nuestros errores.
Cuanto te quise, y hasta donde me lié. Un día espero estar segura de que jamás existirá esa fuerza que me atrajo a tí.

Hoy

Hoy no ha pasado nada, porque no tenía que pasar. He ido a hacer unos recados al centro, y claro, a la vuelta, había posibilidades de pasar por cerca de tu casa si mi voluntad no lo evitaba. Y así ha sido, según bajaba la cuesta de tu calle, había algo que me llevaba a querer picar en tu portero, sin saber porque, pues no esperaba nada aparte de una respuesta desagradable y mi posterior dolor. Ni siquiera sé que decirte, una mentira, una broma, algo que te fastidie?, no quiero estar contigo, pero esa fuerza me sigue arrastrando. Puede que sólo sea la cotidianeidad, el ser la primera vez que paso cerca, y no poder resistir esa fuerza que nos bloquea ante el cambio.
Ha habido suerte, nadie ha contestado, probablemente no estabas en casa. Gracias.

Cortina

Intenté no pensar lo que pensaba,
no temer lo q temía,
y hacer como que no sabía lo q iba a pasar.

Nuestra vida fue así, una cortina de humo ante la realidad.

Aprehende tus huellas

Hola; he vuelto, de un viaje, y ahora estoy soltera, soy libre, pues me sentía enjaulada.
Siento algo de pena, pero la puedo controlar, y eso me enorgullece, a la par que me da miedo, por si no fuera tan real como pareciera y un día me diera por caer.
Supongo que no me llamarás, y, en el caso de que lo hagas, espero ignorarte como tú hiciste. No bajes la guardia jamás, Lety, no pierdas el tiempo, quien te quiere te recomienda bien.
-¡¡¡no lo olvides!!!-
Han sido unas vacaciones de shock emocional. He emprendido la huída hacia la mano de quien me la ha tendido... he ido donde me han llamado o donde se me esperaba. He seguido el camino de la recuperación cada día, entre respiraciones bloqueadas, conversaciones que no podía seguir pues sentía que desfallecía por dentro, y contemplación de lo bonito del mundo y de que cuando tú ayudas a alguien eso te es devuelto de una u otra forma.
El mundo es grande, amplio y bonito como para estar en una jaula.
Aunque a veces sea cerrada, conseguiré abrir mi mente hasta el límite para poder comprender y estar agusto con la gente.
Olvida tu ego, aprehende tus huellas, pero sin mirar atrás.

Espejo

Individuos extraños, paranoicos, que no siguen las normas que impone la sociedad. Inmersos en un mundo paralelo del cual es complicado volver a ser ajeno. Disfrutando del descontrol vital, la pasividad de lo que pasa alrededor en momentos determinados, horas eternas que fluyen acompasadamente desordenadas.
Volver a la impuesta realidad, al día a día para tener algo que te mantenga vivo, después; se hace duro. El cerebro desearía estar así para siempre, en armonía, indolente, amigo de todo el mundo, riendo, bailando, enamorando... y suspira.
Te conviertes en una sombra de tí mismo, que se refleja con crueldad en un espejo, cuyo reflejo es ambiguo, pues jamás alcanzaréis ver lo que llevo dentro.

Gravedades insulsas

Me leo y me sorprendo, por suerte; consigo reírme de mí misma, de lo exagerada que puedo llegar a ser. Sabiendo que, en esos momentos, escribiendo anteriores entradas, no estaba mintiendo.
Llevo días sin expresarme por aquí, y, aunque ahora me haga gracia, es cierto que llevo unos días insulsa. Si hubiese venido, sólo hubiera podido incrementar el apego a la negatividad, plasmarla y hacerme ver lo equivocada que estoy, lo poco que sé hacer para cambiar mi estado de ánimo. Hacer las cosas bien, me hace sentir tranquila, me he dejado llevar, no he tenido tiempo. Todo atado atrae menos la gravedad.
Queda un mes para el examen, y aquí me hallo luchando, al lado de mi mesa, con el libro abierto, tratando de no atender la ingente cantidad de cosas que se me ocurre hacer, a todas vistas mejores que el paseo de mis ojos por temas espesos y "leyes que me traban"

Mis mejores deseos para la humanidad. Siempre nos quedará....:  algo.

Algodones huidízos

Siento que la vida me engaña; quise ir por delante alguna vez, pero no funcionó.
Me encantaría no sentir nada, ni desazón, ni alegría, evaporarme en una cama de algodones mientras espero no despertar nunca, de ese sueño reparador, encogida como un feto que no sabe lo que le viene encima.
No sé qué pensar, no sé que creer, y me siento absurda, incoherente, dueña sólo de la cara que pongo ante las circunstancias, lo cual no es poco, y pensándolo bien, para nada es cierto. Lo único cierto es que parezco dejarme llevar, con pena ante menudencias, contrariada, mareada ante los estímulos diarios, ajena mientras puedo, huyendo, y enfrentándome sólo a hurtadillas...

Putas penas y desgracias

Escribo esto para desahogarme un poco, si llego a eso, porque voy con una actitud destructora total, pensando en la muerte como el final de todo sufrimiento, la muerte con alas, la muerte que viene bailando, y te invita a su pastillita del placer infinito.
Quiero irme a bailar contigo, seguro que eres más bonita que el que crea esta vida, ese en cuyo nombre tantos hablan para matar, violar, castigar y robar, esta vida que creó alguien; donde unos tienen que comerse a otros para sobrevivir, tener crías para que otros también lleguen y se las coman, te esclavicen, te saquen todo lo que pueden, te mientan, te engañen, te controlen. Y todo eso en el reino animal, tan sólo es natural, y en nosotros, porque no, también. Podemos elegir, pero no sé hasta que punto, entre tanta mierda y estímulo asesino voraz.
Que vida de mierda es esta, donde la gente que es feliz e intenta ayudar a los demás es secuestrada, violada, la mitad de la población se muere de hambre, se permite que haya desastres nucleares, se explota a la otra mitad para que unos cuantos tengan cosas de marca, y te es imposible ser bueno porque hagas lo que hagas estarás jodiendo a otro, o a tí mismo.
Y aquí seguimos en este mierda de país, donde nos roban y joden sin parar, donde me pongo con la gripe y no sé que coño hacer para no perder de lo poco que gano, ni encima quedar mal con la empresa, te tienen pillado por todos los lados, como un esclavo, y encima tengo que estar agradecida, porque sino estoy jodiendo a otros, que no tienen ni eso. Me dan ganas de mandar todo a la mierda, y entonces,  ¿Qué me quedará?....
Asco infinito.

Pasotismo

La solución a todo, es que pase paralelo a tí, sin tocarte, sin implicarte, porque sino, llega el vicio, la desintoxicación, el no saber nada, y sentir un imán en tu espalda.
Eres un cubo, con tus caras hechas, y las vacías, en las cuales relleno el contenido, siempre inexacto, emocional, y vasto. Tienes el poder, me subyugas, e intento tirar el dado, por si tengo suerte, siempre inexacta, emocional, y lánguidamente vasta.

Aburrida

Hoy me siento así, sin ganas de nada. Puede que sea por ser domingo, por llevar unos cuantos días de fiesta, no apetecerme estudiar cuando tengo que hacerlo, y ver a los demás divertirse y poner cosas alegres en su facebook, mientras yo sólo pondría cosas para hacerme la graciosa o para provocar a la gente. Me he levantado alegre, aunque ha costado, y he llegado hasta aquí: quizá sea envidia, desconcierto, el no saber hacia donde voy, no tener las cosas claras, ver como mi vida da vueltas, a los traumas infantiles... cosa de la que no suelo percatarme, hasta ayer, por mí misma. Porque mi novio si me lo dijo el otro día. Supongo que es más fácil verlo desde fuera.
Siempre seré solitaria, si pudiera no saldría de casa, y vivir en la mentira, con esas fiestas que me provocan ser todo lo contrario, haciéndome disfrutar tanto... no sé a donde me lleva.
Miro alrededor, y encima sólo me apetece beber, cosa que no suele apetecerme, y menos sola. Serán ganas de salir, ganas de ser mentira otra vez, porque la verdad aburre...  la adicción esa que tengo, y que cuando intento parar, se me come.

Adicta

Así me siento, huyendo de algo que me atrae sin remedio. Me gusta mucho, no puedo evitarlo, quizá sea una sustancia que pide mi cerebro, y debo no hacer caso, hasta que su demanda se haga más soportable.
Quiero estar envuelta en su nube, vibrar de emoción, sin que nada ni nadie pueda bajarme de ese altar de placer y diversión...
Pero lo realidad es otra, ese algo me hace daño, a la vez que proporciona un gusto emocional severo, trepidante, pomposo: Ay!