lunes, 22 de agosto de 2011

Escuché tu voz

Es extraño, porque no pensaba que lo harías, intuía que estarías tan entero como para no llamarme jamás, en tu vida. Pero hubo factores externos, y quizá tu corazón helado palpitó cuando una amiga se preocupó por mí, por los excesos de la fiesta de este fin de semana.
Así que nada, lo dejaremos como mero anécdota, todavía no estoy preparada para saber nada de tí, y el salir fuerte de esto, todavía va a alegrar más mi últimamente ajado corazón, a causa de tu rechazo hiriente, sobrecogedor...

Esta mañana, al salir hacia el trabajo, pensaba, que bien estoy, no cambiaría nada, me siento alegre, feliz, quiero disfrutar, porque no sé lo que me tocará mañana, y esta tarde me has tocado tú, pero otro día puede ser algo más grave, por eso y por los que no pueden, sólo trato de estar alegre, e intentar que lo estén también los de mi alrededor, para eso estoy aquí, y es lo que voy a hacer, pues lo tengo todo.

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