Cada vez más, mi corazón se dirige hacia él, hacia lo que ya conozco pero no puedo evitar.
Luchar contra él por evitar su dolor ahora, hará que no duela después, probablemente en mayor medida, pero es tan difícil aguantar... que casi puedo asegurar que no voy a poder hacerlo...
Y así andamos, sufriendo, luchando, por estar unas horas bien, cuando me olvido, y llorar cuando no hago más que pensar en él, cuando me da pena no darnos otra oportunidad, cuando no hago más que recordar nuestros buenos momentos, y dejo de dar importancia a los malos.
Aguantaré hoy?....
Mi habitación parece una leonera desde que escuché aquella llamada, llevo una semana sin bajar a comprar comida, estoy desmotivada para con mi vida, no me apetece seguir este reto, de estar tranquila, sola, por si un día tengo suerte y encuentro a alguien con quien me entienda.
Voy directa al pozo, nadie me puede salvar, salvo yo misma, pero yo misma se va, desaparece, todo me confunde, y duele.
Tirar por el retrete cinco meses en los que has tratado de desvincularte, mientras él te lo puso fácil, ahora que vuelve a tí, te has quedado indefensa, no sé de donde puedo sacar fuerzas, es que ni siquiera me apetece sacarlas.
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